El hombre que se burla de los estafadores en internet
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Tomado del www.eltiempo.com.
Se llama Kitboga en la red y su objetivo es entorpecer la labor de cibercriminales.
Todos los días pasa horas enteras hablando por teléfono con aparentes cibercriminales. Kitboga, como se hace llamar en internet pues nunca ha revelado su verdadero nombre, cumple una labor poco común: entorpecer el trabajo de quienes se dedican a estafar en la red, hacerlos perder tiempo y luego visibilizar, por medio de videos o transmisiones en vivo, algunas de las técnicas de engaño más usadas.
Él es un ‘scam baiter’ (que traduce algo así como ‘atrapaestafador’), un término que se refiere a aquellas personas que simulan ser víctimas de fraudes con el fin de manipular a quien efectúa la trampa. Ese es el trabajo que este estadounidense ha desempeñado en los últimos dos años. Su objetivo principal son los criminales que se hacen pasar por técnicos de soporte de Microsoft y que envían a sus víctimas un mensaje de alerta por supuestos virus.
“Aparentemente, su PC ha sido ‘hackeado’. Comuníquese al servicio de soporte de Microsoft para solucionar el problema”, reza uno de los mensajes.
Si devuelve la llamada, un supuesto empleado de Microsoft lo guiará por una serie de pasos y al final lo timará para que le entregue información sobre su tarjeta de crédito o para que realice una consignación bancaria a una cuenta específica.
Hay estafas en las que dicen que si envía 500 dólares mediante Western Unión, le van a consignar 5.000 dólares. Lo que hago es llamarlos y registrar el engaño. La mayoría de veces siguen un libreto
Pero en su computador no hay ningún virus, usted ha sido engañado y todo es una estafa. “Hay diferentes formas de contacto. A veces llaman y dejan mensajes de voz para que devuelvan la llamada diciéndoles que tienen un virus. He encontrado cientos de números en internet. También hay otras estafas en las que dicen que si envía 500 dólares mediante Western Unión, le van a consignar de vuelta 5.000 dólares. Lo que hago es llamarlos y registrar todo el engaño y veo que la mayoría de veces siguen un libreto”, cuenta Kitboga, en entrevista con EL TIEMPO.
El hombre, que ha tenido una trayectoria profesional como ingeniero de software, pero que no comparte nada sobre su vida privada, realiza alrededor de 5 o 6 transmisiones en vivo a la semana a través de la plataforma Twitch y todos los días hace por lo menos dos llamadas. Ya perdió la cuenta, pero calcula que han sido cerca de mil comunicaciones. Algunas llamadas han durado incluso hasta 8 horas, y en la mayoría de ellas Kitboga mantiene un tono burlesco o desafiante contra los estafadores. De hecho, en sus videos realiza una especie de performance. Tiene distintos personajes, que van desde una inocente abuela hasta un joven con acento ruso, y para ello cuenta con docenas de voces editadas y efectos de sonido que le ayudan a dar credibilidad a su actuación.
Tomarán el dinero sin importarles las vidas que arruinen. Las personas para ellos son como un cajero automático que vive y respira
Aunque algunos critican su estilo jocoso, parte del éxito de su canal de Twitch, que ya cuenta con 9 millones de vistas y más de 300.000 seguidores, lo atribuye a su decisión de hacer entretenimiento. “Muchas personas habrán oído sobre estas estafas, o si no las conocen, hay una sorpresa y la gente se interesa. Trato de tener historias divertidas. Por ejemplo, un scammer me dijo que fuera a un almacén y comprara una carta de regalo de iTunes. Tengo diferentes sonidos para demostrar que estoy yendo en mi carro hasta el lugar, ponemos la radio y cantamos canciones con el scammer, todo eso es parte del éxito”, cuenta.
Pero también busca cumplir un papel educativo y generar conciencia sobre la importancia de ser precavidos. “Pensé en mi abuela que tuvo demencia antes de que muriera. Sé que ella confiaba y hubiera caído. Más gente debe saber de estos engaños”, señala.
Kitboga cuenta que pese a que detrás de estas organizaciones hay un grupo de personas que incluyen especialistas en cibercrimen, la mayoría de los supuestos técnicos con los que habla no son expertos en informática, sino que solo siguen órdenes. “Debe haber una compañía que operan varios call centers al mismo tiempo”, dice. Sin embargo, en estos años no ha dejado de sorprenderse de muchas de las tácticas utilizadas en el proceso de estafa. “Me asombra lo legítimo que suenan algunos”, afirma.
Cuando se dan cuenta que han perdido horas en una sola llamada, algunos se enojan, lo gritan y hasta lo insultan. “Estás tratando de engañar a personas inocentes. ¿Cómo pasó eso, John? Piensa lo que estás haciendo cuando vayas a casa esta noche”, le dice Kitboga a uno de los estafadores al final de una de las comunicaciones.
Kitboga también ha reportado con las autoridades varios de los sitios que encuentra en internet. “Algunas veces son cerradas las páginas o bloquean el numero pero normalmente lo que suceden es que usan una nueva línea y siguen engañando”, afirma.
Actualmente existen grupos como Scamsurvivors, creado en el Reino Unido hace, que cuentan con voluntarios en ciberseguridad dedicados a identificar estafas y publicarlas en la web. Manejan desde casos de sextorsión y chantaje con webcam hasta transferencia de fondos y posibles engaños de devolución de impuestos. En su sitio web se pueden encontrar consejos sobre buenas prácticas en internet, imágenes de algunas de los perfiles creados en redes sociales y extensas guías sobre cada modalidad.
Pero pese a los esfuerzos de este tipo de grupos los estafadores no descansan. “Tomarán su dinero sin importarles las vidas que arruinen. Las personas para ellos son como un cajero automático que vive y respira”, señalan en el sitio web de Scamsruvivors.
Las recomendaciones parecen ser repetitivas pero seguirlas es la única forma de evitar un robo: no ingrese a links desconocidos y siempre investigue y verifique información sobre posibles premios. También desconfíe de los correos en los que le indican que su computador está infectado con un código malicioso.
“Una de las cosas que hacen los scammers es que tratan de asustarte y te dicen que tienes que actuar urgentemente. Siempre les digo a las personas que se tomen el tiempo necesario para averiguar. Tómate un minuto, respira, espera y llama a alguien que confías. Si cuelgas no vas a ser arrestado”, concluye Kitboga.
Ana María Velásquez Durán
Redacción Tecnología
durana@eltiempo.com
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