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Viáfara y su estadía en la cárcel La Picota

La Agencia de Periodismo Investigativo, portal liderado por el periodista Norbey Quevedo, dio a conocer en las últimas horas cómo vive en la Cácer la Picota de Bogotá el exfutbolista, Jhon Viáfara, de 40 años, tras ser capturado por temas relacionados con narcotráfico.

 

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«A Viáfara le fue asignado un lugar en La Picota. Llegó al pabellón 12, bloque B, piso 2, celda 7, cama 5. En esta área de la cárcel conocido como Pas B, también está, entre otros, el exjefe guerrillero de las Farc, ‘Jesús Santrich’, quien aunque está en un compartimiento especial y no interactúa con los demás internos, está asignado a este pabellón”, publicó el medio. 
Señala también que “la celda que le fue asignada tiene un área de 3×4 metros que se construyó para dos internos, pero que comparte con otros cinco. Es uno de los regímenes disciplinarios más estrictos del país”.


La Agencia de Periodismo Investigativo también describió cómo es el lugar donde Viáfara duerme dentro de la celda. “Tiene un camarote de madera, en donde, por su estatura, 1.85 metros de altura, le genera dificultades para dormir. No tiene derecho a aparatos electrónicos, celulares, radio o televisión. Al interior de la celda, hay un sanitario descubierto, que comparte con sus cinco compañeros. 


“Por ser un régimen de alta seguridad, hasta sus necesidades fisiológicas son públicas. Sus objetos personales, por reglamento son dos camisetas blancas, una toalla mediana, un jean azul, ya que por seguridad no son permitidas las prendas oscuras, un juego de sábanas blancas, zapatos sin hebillas o deportivos, así como elementos de aseo restringidos”. 


De acuerdo a la información, la adaptación más difícil para Viáfara ha sido el régimen alimentario dentro de la cárcel, sobre todo por los horarios establecidos. 


“Hacia las 6:00 p.m, Jhon Viáfara y después de realizarse una nueva contada, debe ir a su celda, la cual es cerrada con candado por fuera por la guardia… A las 8:00 p.m., debe reportarse para que los guardias constaten su presencia por tercera vez en el día. De ahí en adelante, por reglamento de la cárcel, los internos deben guardar silencio».

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