La música de Colombia y el mundo sonó en los distintos escenarios de la capital tolimense
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Durante cinco días, Ibagué vivió un encuentro musical en el que las músicas tradicionales, urbanas, populares y académicas estuvieron reunidas en 13 conciertos. Los artistas compartieron escenario y lograron combinaciones de géneros y estilos inusuales, como la música clásica y el hip-hop o los géneros populares como la salsa, la champeta, el tropipop junto a los legados tradicionales de las regiones de Colombia.
La intención de poner a dialogar las músicas fue una apuesta de la Fundación Salvi por resaltar la diversidad de expresiones que existen en Colombia y que nos identifican como sociedad plural y multicultural. Por eso, el lema de esta primera edición del Ibagué Festival fue “Las músicas que somos” y, durante los conciertos, el público logró comprenderlo: las músicas nos integran como país.
Con este empeño, el festival contó con la participación de artistas locales, nacionales e internacionales como Monsieur Periné, Puerto Candelaria, Teresita Gómez, Omer Quartet, Hanzhi Wang, Los Gaiteros de San Jacinto, Ali A.K.A. Mind, la Orquesta Sinfónica Juvenil del Conservatorio de Ibagué, las cantadoras del Pacífico, el Caribe y los Llanos Orientales, La 33, Guafa Trío, entre muchos. Los asistentes, igualmente diversos como las músicas, disfrutaron unidos de estos conciertos que, en palabras de Alejandro Mantilla, director artístico del festival, también tienen la intención de ampliar el espectro de lo que escuchamos, conocer y reconocer otros géneros y estilos a los que no estamos habituados y entender que los gustos musicales también se forman, varían y son flexibles.
El Ibagué Festival culminó con éxito sus actividades variadas que, además de la programación de conciertos, ofreció talleres de lutería, clases con los artistas, conversatorios, exposición de instrumentos musicales, muestra de artesanías del Tolima, una instalación artística, y propició espacios de diálogo entre el público y los músicos. Más de 12.000 personas estuvieron reunidas en esta primera edición en escenarios como el Parque Principal del Sur del barrio Kennedy, la Sala Alberto Castilla del Conservatorio del Tolima, la concha acústica Garzón y Collazos del Parque Centenario, el emblemático Teatro Tolima, la plaza Murillo Toro y el Auditorio Mayor de la Música de la Universidad del Tolima.
El concierto de cierre, sin precedentes en este país y quizás en el mundo, fue un diálogo musical entre el aclamado rapero bogotano Ali A.K.A Mind, el colectivo de hip hop ibaguereño Letal Fuzion y la acordeonista clásica Hanzhi Wang. Allí, un género primordialmente marginal se unió con una música que históricamente ha sido representativa de las élites, pero que en este Festival encontró puntos de acuerdo, puntos de unión y expandió sus fronteras. Allí, en un mismo parque, los asistentes comprendieron a cabalidad el mensaje del Ibagué Festival, aquel que Alejandro Mantilla reitera con total convencimiento: “Este Festival es una oportunidad para que, desde las músicas que somos, vayamos hacia el país que queremos”.
Fuente: El Espectador