Según la alcaldesa, el Gobierno nacional entregó varios ventiladores dañados. El Ejecutivo contradijo a López.
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Las palabras “ventiladores mecánicos” se han escuchado con frecuencia en Colombia, debido a la importancia que representan estas máquinas para la óptima recuperación de las personas contagiadas por COVID-19, y cuya vida corre riesgo.
Sin embargo, en el caso de Bogotá, los ventiladores, más allá de qué son o cómo se usan, han sido protagonistas por una discusión que no parece tener fin entre la Alcaldía de la ciudad y el Gobierno nacional.
Aunque la semana pasada fue la misma alcaldesa de la capital, Claudia López, la que informó sobre el plan de entrega de más de 400 ventiladores para las UCI’s de la ciudad, el pasado 7 de julio, López mostró su inconformismo con varias de estas máquinas al asegurar que, de la primera entrega (305 ventiladores), solo se pudieron poner en funcionamiento 99, pues los otros 206 simplemente no sirvieron.
“De los 305 ventiladores ofrecidos, 99 se instalaron y 206 no sirvieron. No se pudieron instalar por fallas en el software. Estamos trabajando con el gobierno nacional para ver si el proveedor los puede arreglar o si nos los cambian por otros. La ocupación UCI queda en 83%”, escribió López en su cuenta de Twitter.
Asimismo, aseguró que esta situación pone en jaque al personal que ya está listo para trabajar, pero que sin las máquinas en funcionamiento, es prácticamente imposible efectuar alguna actividad al interior de las UCI´s.
“Cabe aclarar que el personal, que es dificilísimo de conseguir más que las UCI´s, ya están listos (…) los hemos venido entrenado e incorporando. Vamos a ver cómo lo sorteamos. Vamos a ver las decisiones que llevamos al puesto de mando unificado este viernes (10 de julio)», dijo la primera mandataria de los bogotanos.
¿Cuestión de calibración?
Ahora bien, para Luis Guillermo Plata, gerente para la COVID-19 en Colombia, el mal funcionamiento de las máquinas no es consecuencia de un daño en el software sino en la incapacidad del Distrito para poder calibrarlas a la altura de Bogotá.
“Los equipos de alta precisión tienen que ser calibrados para operar a más de 2,600mts (sobre el nivel del mar)”, escribió Plata en redes sociales.
Para dar fuerza a su argumento, explicó que “los 23 equipos enviados a Méderi (hospital universitario) acaban de quedar calibrados”, por lo que este puede ser el problema que se presenta en el resto de ventiladores que, según López, hay que “arreglar o cambiar”.
“Hoy seguiremos trabajando con el equipo del Gobierno nacional y los proveedores de ventiladores para ver si se puede superar el problema del software o si se cambian por alguna de las marcas que no han presentado ninguna dificultad”, finalizó Claudia López.
Colombia.com