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Una corte alemana juzgará a un hombre de 100 años como cómplice de 3.518 muertes en un campo nazi

Un tribunal alemán juzgará a partir de octubre próximo a un centenario ex guardia de las SS acusado de complicidad en el asesinato de 3.518 prisioneros del campo de concentración nazi de Sachsenhausen, cerca de Berlín, informan hoy la edición dominical del diario “Welt”.

 

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La Audiencia Provincial de Neuruppin ha admitido a trámite la acusación presentada por la Fiscalía en febrero pasado contra esta persona, que no ha sido identificada, por complicidad en los asesinatos de prisioneros entre enero de 1942 y agosto de 1944 y entre diciembre de 1944 y febrero de 1945 durante su actividad como guardia del campo de concentración.

Está previsto que el centenario comparezca ante el tribunal de dos a dos horas y media por día, precisó su presidente, Frank Stark, a “Welt”.

La historiadora Stephanie Bohra, colaboradora científica del centro de documentación berlinés Topografía del Terror, celebró la próxima apertura del procesó al señalar que “el asesinato no prescribe”, por lo que también los más mayores deben comparecer ante la justicia.

“Se trata del esclarecimiento de crímenes y los antiguos prisioneros tienen la oportunidad de relatar lo que ocurrió allí”, agregó.

Para el abogado Thomas Walther, que representa hace años a la parte civil en los procesos más recientes contra el nazismo y participará también en el de Neuruppin, considera necesario este juicio.

Sachsenhausen

“Sachsenhausen fue para la cúpula nazi escenario, a las puertas de Berlín, de su delirio de control sobre la vida y la muerte”, dijo, y agregó que muchos de los que integran la parte civil “tienen la misma edad que el acusado y esperan que se haga justicia”.

El acusado, que no fue nombrado de acuerdo con las leyes de los medios alemanes relativas a los sospechosos, habría trabajado como guardia del campo de 1942 a 1945 en Sachsenhausen.

Alrededor de 200.000 prisioneros estuvieron internados en el campo de concentración de Sachsenhausen, de los cuales unos 20.000 fueron asesinados.

Aunque el número de sospechosos de crímenes nazis es cada vez menor, los fiscales siguen tratando de llevar a los individuos ante la justicia.

Una condena histórica en 2011 allanó el camino para más procesamientos, ya que por primera vez se consideró que trabajar en un campo de concentración era motivo de culpabilidad sin pruebas de un crimen específico.

Sachsenhausen

Los horrores de Sachsenhausen

El campo de concentración y exterminio de Sachsenhausen se construyó a las afueras de Berlin en 1936 y funcionaba como un lugar de trabajos forzados, además de ser conocido por los experimentos médicos que se llevan a cabo ahí.

También era considerado un modelo para el uso de las cámaras de que gas, de las que fue precursor, uno de los instrumentos de tortura más usados por el régimen Nazi para llevar a cabo su plan de exterminio a escala industrial de millones de individuos, especialmente judíos, pero también considerados “impuros” por alguna discapacidad física, cognitiva o por su condición sexual.

Las cámaras de gas fueron utilizadas en otros infames campos de concentración Nazi como Auschwitz, en lo que hoy es Polonia.

El campo de Sachsenhausen albergaba principalmente a presos políticos, así como a judíos, romaníes y homosexuales.

Es el último individuo en ser acusado de manera similar fue imputado el año pasado. Bruno D., de 93 años, fue declarado culpable de 5.230 cargos de cómplice de asesinato en el campo de concentración de Stutthof. Y la semana pasada, los fiscales acusaron a Irmgard F., de 95 años, secretario del campamento de Stutthof , de cómplice de asesinato en 10.000 cargos.

(Con información de Reuters y EFE)

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