Al menos 39 personas murieron y más de 20 resultaron heridas cuando un autobús que transportaba migrantes cayó a un precipicio la madrugada de este miércoles en el área de Gualaca, en el occidente de Panamá.
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«La información preliminar sobre este hecho que maneja el Cuerpo de Bomberos indica que 39 personas lamentablemente han perdido la vida», dijo en un comunicado el Ministerio de Seguridad Pública.
Los heridos «están siendo atendidos en los distintos hospitales y centros de salud», agregó el comunicado oficial, que confirmó que el autobús, de placa 5B-54, transportaba a 66 pasajeros.
Entre los heridos hay al menos cinco menores de edad, dos de ellos con lesiones graves, según informaron los medios locales. Aún no se han dado detalles sobre la identidad de las personas fallecidas.
Katherine Guerra, jefa de urgencias del Hospital «Dr. Rafael Hernández», encargado de atender la emergencia, informó a medios locales que a esa institución llegaron 8 pacientes de los cuales tres están en condición grave. «Los demás están con politraumatismos, fracturas expuestas, lesiones pulmonares y abdominales».
De acuerdo con la información disponible, en el transporte viajaban 66 migrantes en tránsito que estaban en albergues de la provincia de Darién, frontera con Colombia, y eran trasladados a otro en Chiriquí, en los límites con Costa Rica.
Panamá, al que el año pasado llegaron tras atravesar la selva del Darién 248.284 migrantes irregulares que viajan hacia Norteamérica, una cifra inédita, recibe a estos viajeros en estaciones donde toman sus datos biométricos y les ofrecerles asistencia de salud y alimentación, tras lo cual son trasladados en buses hacia la frontera con Costa Rica para que sigan su camino.
«Teníamos varios años que no se daban estos accidentes con buses y víctimas fatales», comentó a EFE el subcomisionado de Tránsito de la Policía Nacional, Emiliano Otero.
El ministro de Seguridad Pública, Juan Pino, confirmó que en el transporte viajaban tanto personas nacionales de Panamá como «migrantes que estaban en tránsito» por el país.
Pino lamentó este hecho «doloso, que nadie quiere» que ocurra, y afirmó que hay que esperar los resultados de las investigaciones para saber con precisión qué causó el accidente.
Las primeras versiones indican que el conductor del autobús intentó dar un giro en la carretera, pero perdió el control, colisionó con otro y cayó al barranco.
El presidente panameño, Laurentino Cortizo, expresó su «mucha tristeza» ante este suceso y afirmó que «el Gobierno de Panamá brinda todas las atenciones médicas a los heridos».