Entre la indolencia y la corrupción

Para nadie es un secreto el desgobierno que se adueña de Cali. La ausencia de una administración y un burgomaestre que hagan cumplir las leyes por encima de todo, es evidente en cada paso que se da en la ciudad. Una muestra de ello es el MIO, el sistema de transporte masivo que se encuentra ad portas del cierre y al que nadie, supuestamente, le encuentra solución.

Lo que sucede cuando uno mira con detenimiento el “día a día” del funcionamiento del masivo, parece absurdo. Hace unos días estuve frente a la estación Las Américas, ubicada en la Avenida 3N entre calles 23A y 23B norte durante solo 15 minutos y tuve la oportunidad de ver cómo se colaron 19 personas en un sistema que adolece, principalmente, por la falta de recursos. Si la matemática básica no me falla, esas 19 personas dejaron de pagar un pasaje de $2700 y le costaron al sistema $51.300, lo que hace que por hora, solo en esa estación, el MIO haya dejado de percibir $102 600. Si multiplicamos ese dato por las 55 estaciones que tiene el sistema, en solo una hora del día, el MIO llegó a perder $5’643.000. Pensemos que esa afluencia de colados se presenta solo en las horas pico, definidas entre las 5 y 9 a. m y entre las 4 y 8 p. m., lo que significaría que, diariamente, el sistema masivo en Cali pierde alrededor de $45’144.000, dinero que, de ser recibido, podría utilizarse para arreglar las puertas de las estaciones o para pagar vigilancia que ayude a evitar los colados, además de darle una oportunidad de trabajo a quienes ejercerán dicha vigilancia.

Dicho esto, es evidente que los ahorros realizados a nivel de seguridad por Metrocali carecen de sentido, si tenemos en cuenta que solo en la estación Las Américas en horas pico, el sistema estaría perdiendo mensualmente $24’624.000, cifra nada despreciable si se trata de flujo de caja para inversiones en personal, seguridad, tecnología e infraestructura.

Estas cifras, obtenidas gracias a la observación de un ciudadano cualquiera, no al análisis consciente de estadísticas que realizan y deben tener las empresas que prestan el servicio, me llevan a pensar ¿Cuál es el interés de la administración municipal o de Metrocali, para no tener en cuenta estas cifras e ignorar las necesidades del masivo? ¿Por qué, con el paso del tiempo, en vez de fortalecer el sistema que provee transporte a los caleños, se le deja más solo y abandonado a su suerte? Si Metrocali no puede sacar adelante el MIO, lo que parece que sucederá por esta mala administración de sus recursos, ¿qué plan B tienen pensado para no dejar desprotegidos a los caleños? Y, lo peor de todo, ¿por qué los caleños que se cuelan en los buses, que hacen mal uso del sistema, que abusan de los beneficios que éste concede, no se dan cuenta que son tan CORRUPTOS como aquellos que no ejercen correctamente su función y dejan morir el MIO? El desangre del Masivo Integrado de Occidente es responsabilidad tanto de los dirigentes de la empresa, como de los caleños que no aprendieron a valorarlo, respetarlo y conservarlo.

*Foto: El País Cali.