Por: Adriana Bermúdez Arango
Escuchar la rendición de cuentas del Departamento Administrativo de Hacienda en la mañana del jueves, fue una experiencia bastante interesante. Esa posibilidad de conocer de primera mano las acciones emprendidas por la Administración pública para hacerles seguimiento, la otorgan el Conpes 3654 de 2010 y la Ley 1757 de 2015, que indican la importancia de informar y explicar los avances y resultados de la gestión pública.
Este mecanismo nos permite conocer que, la Administración de Jorge Iván Ospina, entrega unas finanzas saneadas, capacitadas para responder ante las obligaciones adquiridas. Pero, si esto es así, ¿por qué los caleños seguimos sintiendo que falta inversión en nuestra ciudad? Básicamente, porque las prioridades de la Ospina no han sido las prioridades de los caleños. Mientras Cali pide a gritos inversión en pavimentación de vías, en seguridad, en semáforos que funcionen, en mejorar la operación del MIO, lo que busca la Administración central es inversión en la creación de parques, lugares que, a la larga, requerirán del MIO que no funciona correctamente para que la gente llegue a ellos; seguridad, policial o privada, para garantizar la integridad de quienes visitarán los espacios; además de buenas vías de acceso y semáforos en funcionamiento para que el trayecto y el acceso, sean más agradables.
Y es que, aunque las finanzas no son lo mío, puedo reconocer que es bueno mejorar el flujo de caja porque otorga liquidez, sin embargo, ¿no termina siendo poco benéfico, incrementar los plazos de los pagos porque, a la larga, se terminarán pagando más intereses? Como lo veo, ese flujo de caja que existe hoy, debería ser aprovechado por el municipio para ir pagando por adelantando parte de la deuda, lo que permitirá reducir el valor de los intereses a largo plazo.
Debemos reconocer que, aunque vivimos la pandemia y el mal llamado estallido social o toma guerrillera, Cali parece ir por buen camino desde lo financiero, lo que le concede una calificación AAA y F1+ por parte de calificadoras de riesgo como Fitch Ratings. Esto, gracias a que, además, busca ser una ciudad que acerca la información y los procesos a los contribuyentes, lo que genera cultura de pago y permite mantener saneadas las finanzas.
Ahora, lo que vale la pena conocer es cuáles son los verdaderos costos de inversión en las ‘Obras de corazón’. Y, sabiendo cómo son las cosas por aquí, es claro que no tendremos una auditoría real y juiciosa de los contratos de construcción de los ‘5 parques para la vida’ prontamente, lo que deja inquietudes sobre si los dineros destinados para mejorar la infraestructura de Cali, están siendo invertidos en su totalidad en la ciudad o si, por el contrario, y como ha pasado con la Feria de Cali virtual o la Cali inteligente, los sobre costos van a deteriorar las buenas intenciones de las obras.