Por: Adriana Bermúdez Arango
Casi tres meses después de haber asumido el rumbo de Cali y de haber prometido su resultado, por fin el alcalde Alejandro Éder, nos presenta el famoso y esperado “Libro Blanco”. Esta herramienta fue creada con el objetivo de dar a conocer el verdadero estado de los temas críticos de la ciudad, ante las autoridades competentes, los ciudadanos y los medios de comunicación.
En rueda de prensa en la que no permitió preguntas por parte de los comunicadores asistentes, el alcalde presentó el resumen de los resultados que se encuentran en las 153 páginas que describen los más de 170 hallazgos de su equipo y que deberán ser analizados por los entes de control.
Desde la pérdida de ingresos tributarios debido a la falta de pago oportuno por parte de los caleños de sus obligaciones, hasta la ejecución avanzada de obras y contratos que no han sido debidamente entregados, hacen parte de los hallazgos que afectan la inversión pública de la ciudad.
Y es que, por ejemplo, el caso del estado en el que se encuentra la malla vial de Cali que no fue atendida por la anterior administración, es ampliamente conocido. Frente a este tema, en la Secretaría de Infraestructura, el alcalde informó que se encontraron 16 contratos para mantenimiento de la malla vial que fueron suspendidos, tres de ellos con 0 % de ejecución. Sin embargo, en el caso de uno de estos contratos, la suspensión no fue impedimento para hacer una adición en diciembre de 2023. ¿Para qué se le inyecta capital a un contrato que fue suspendido, que no se ejecuta? Y, ¿con permiso de quién?
Lo curioso, mejor dicho, lo vergonzoso de lo revelado por el equipo del alcalde, es que los contratos suspendidos fueron cancelados, pagados al proveedor. ¿Por qué se le paga a quien no ha culminado su tarea? ¿Quién o qué entidad autoriza dicho pago? ¿Qué dijo la interventoría de la suspensión de estos contratos? Porque en esta situación hay un contrato de 2021, cinco de 2022 y diez de 2023. Todos estos contratos tenían un costo de 172.000 millones y solo dejaron 20.000 millones en reserva, lo que significa que la Secretaría de Infraestructura de la Administración Ospina pagó 152.000 millones por obras que no se culminaron. ¡Qué triste ver cómo se embolata la plata de los caleños! Y, más triste aún, que nadie haga nada…
Las entidades descentralizadas o adscritas, no se encuentran en mejor estado. Metro Cali está en liquidación, seguramente, porque nunca pudo recuperarse de las pérdidas que le dejó el mal llamado ‘estallido social’, cuando el exalcalde Ospina permitió que lo destruyeran y nos dejaran sin medio público de transporte a la mayoría de los caleños.
Corfecali tiene un pasivo de 17.000 millones y un patrimonio negativo de 9000 millones, aunque el alcalde no confirmó si dentro de ese pasivo aún hay deudas con los artistas que participaron en las diversas versiones de la Feria de Cali y, de haberlas, cómo harán para pagarlas, porque saldarlas, es la primera manera de apoyar al artista.
Y, en el caso de Emcali, el alcalde informó que la entidad aumentó sus gastos en un 25 % y las ventas, solo un 15 %. Parece que los sindicatos están más preocupados por los beneficios que les otorga la actividad sindical, que por sacar adelante la empresa que les provee sustento. Lo paradójico es que van camino a la quiebra y no hemos escuchado sus planes para ayudar a Emcali a salir a flote.
En definitiva, cada que se abre una nueva carpeta o se descubre un nuevo contrato, solo queda en evidencia otra manera en que se apropiaron ilícitamente del dinero de Cali, de los caleños. Confiemos en que ese “Libro Blanco” del alcalde y su equipo, sea suficiente para que los entes de control ejerzan sus funciones e indaguen aún más en el asunto. No es justo que las arcas de Cali se afecten por personas que no tienen una mínima idea de lo que es el respeto por ellas, por el esfuerzo que hacen los caleños para tributar.
¡Buen trabajo alcalde! Ahora, solo queda que su Administración sea limpia, transparente y se dedique a manejar con absoluta integridad los recursos que la ciudad con tanta esperanza, le encomendó.