Por: Adriana Bermúdez Arango
La situación en Jamundí, como la de varios municipios del Valle y el Cauca, asusta. Grupos armados hacen presencia en el municipio, poniendo en riesgo la tranquilidad de sus habitantes. Y aunque algunas personas quieren minimizar el hecho, no deja de causar inquietud y zozobra que la insurgencia llegue con facilidad a cualquier rincón de la geografía nacional, mientras nuestra fuerza pública accede con bastante dificultad y recursos escasos, para defender a la ciudadanía.
Esta situación se hace más grave cuando el senador Wilson Arias, del Pacto Histórico, publica en redes sociales un discurso que dio en Cali en una asamblea pública progresista, donde se dirigió a grupos insurgentes (“Estado Mayor Central, al ELN, a las distintas denominaciones alzadas en armas en Colombia”), cuestionando su actuar “contra el Gobierno” y pidiéndoles su respaldo para sacar adelante al Gobierno y a sus reformas.
Senador Arias, ¿no le parece que, más que actuar “contra el Gobierno”, estos grupos ilegales actúan contra los colombianos? ¿No cree usted que, en vez de reprocharles su comportamiento en un gobierno que busca justicia social, debería reprocharles el actuar en contra de los ciudadanos?
¿Por qué será que el senador Arias considera que un gobierno legítimo, elegido democráticamente, tiene que recurrir a solicitar el apoyo de los subversivos, de los ilegales? ¿Acaso no es un igual, el que cuestiona el comportamiento de aquellos que han faltado a la causa? Pareciera que Arias se siente un igual de los grupos guerrilleros y por ello, les reclama con tanta vehemencia.
Debería reflexionar sobre sus palabras, senador Arias, y pensar que no hay nada más contradictorio que un Gobierno que se hace llamar el de la “Paz total”, llame a cuentas a grupos guerrilleros y les solicite algún tipo de intervención en lo que ocurre, les reclame por “su presencia” para defender al Gobierno, argumentando el ya famoso “golpe blando”. ¿Será que el señor pretende que sean los grupos alzados en armas los que lleguen a cada rincón de Colombia a defender a través de la violencia al Gobierno? Si no es así, ¿cuál es la verdadera pretensión de este señor al hacer este llamado?
¿Por qué Arias, no le reclama, más bien, al presidente Petro, por las malas elecciones que ha hecho para los cargos que tienen hoy al país, al borde un colapso nervioso y económico? ¿Por qué Arias no le reclama al presidente Petro por la falta de liderazgo frente al equipo que lo respalda y que se ha dedicado, sin miramientos, a hacer todo aquello que, se supone, el presidente jamás haría y jamás les permitiría hacer? ¿Cuándo comenzará la gente de izquierda a hacerse responsable de sus actos y a cuestionar a sus legítimos militantes?
Y por si usted no ha tenido la oportunidad de analizar palabra por palabra el discurso de Wilson Arias que hoy nos tiene pensando que el Gobierno es aliado de la insurgencia y por eso la llama al orden a través de un senador de la República, se lo transcribo palabra por palabra, para que quede tan estupefacto como cualquiera, porque no es lógico que, desde la legalidad, se reclame a la ilegalidad su falta de acompañamiento a la causa, como si se le esperara para caminar juntos.
“Quiero hacer un llamado al Estado Mayor Central, al ELN, a las distintas denominaciones alzadas en armas en Colombia y hacerles notar lo siguiente: nuestro gobierno está siendo perseguido por buscar la justicia social que siempre ha acompañado las banderas de la paz en Colombia. La paz con justicia social ha sido una bandera de las calles y del público y de la movilización colombiana y, por primera vez, encuentra un Gobierno dispuesto a sacarla adelante y es objeto de persecución. Y mi pregunta pública, respetuosa pero suficiente, a la denominada insurgencia colombiana es la siguiente: ¿no les parece muy extraño hoy, coincidir en una ofensiva militar contra el Gobierno y, seguramente, verse aplaudidos por Luis Carlos Sarmiento Angulo, que también persigue este Gobierno? Le pregunto públicamente a la insurgencia colombiana si es un acto revolucionario o de liberación nacional, emprenderla contra un Gobierno que procura la paz con justicia social y propiciar de esa manera, lo que hoy ocurre y, de esta manera concluyo y es que, la arquitectura del golpe blando, para que lo sepa el país, está siendo gravemente adelantada y de ahí la importancia de la presencia de ustedes. Muchas gracias por participar de este acto y vamos a avanzar en la defensa del Gobierno y las reformas”.
Como ve, no es menor este cuestionamiento al senador. Estas palabras se sienten como un reclamo a quien no cumple lo prometido y, ponen a pensar a cualquiera, si es que desde el Palacio de Nariño o desde cualquier institución del Estado, se hizo un acuerdo a espaldas de los ciudadanos, con los grupos alzados en armas, acuerdo que éstos están incumpliendo.
Lo más grave de este tipo de anuncios públicos, es que nos ponen en alerta frente a nuestra seguridad, en un momento en que la fuerza pública está minada, carece de la capacidad para actuar con contundencia en caso de presentarse acciones violentas fuera de los cascos urbanos e incluso, dentro de ellos. Necesitamos estar alerta para evitar que, como en el famoso y mal llamado “estallido social”, la delincuencia se apodere de nuestra ciudad, de nuestro país.
Muy mal proceder el de la izquierda, en cabeza del senador Arias. Colombia no necesita que los grupos insurgentes acompañen las reformas del Gobierno, lo que requiere es que el Gobierno asuma su papel y acabe con los grupos insurgentes, que tanto daño hacen a los colombianos, para que la “Paz total” llegue a cada rincón del país y podamos reconstruir un Estado libre, democrático y próspero.