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Trabajo en equipo

Por: Adriana Bermúdez Arango

La gestión de la alcaldía de Alejandro Éder, tiene a la comunidad dividida. A seis meses de su comienzo, se le reconoce el trabajo realizado en seguridad, pero, aun así, se considera que falta mayor contundencia en el actuar frente a los delincuentes, porque en cualquier lugar y sin discriminar hora, éstos actúan y no hay suficiente pie de fuerza policial para contrarrestarlos. Incluso, cada día se hace más común que la ciudadanía tome justicia por mano propia, porque no sienten que la policía tenga la capacidad para actuar con inmediatez frente a este mal.

Y es que, como caleños, debemos reconocer que Cali viene en un grave declive. Durante varias administraciones, la ciudad ha estado relegada al olvido de quienes la han dirigido y muchas de las obras de que podrían traer desarrollo a la ciudad, no han sido correctamente ejecutadas. Una muestra de ello es la malla vial de la ciudad, que se encuentra en estado lamentable, perjudicando al transporte público y privado, que ve deteriorados sus vehículos a pesar de que impuestos como el de rodamiento, se siguen cobrando sin miramientos.

Lo más triste de esto es que las soluciones inmediatas que queremos no se dan, no logramos ver nuestros impuestos trabajando, ni en administraciones anteriores ni en esta, porque la burocracia que rodea cualquier acción, hace que la ejecución de las obras se dilate y hasta diluya, siendo esta lentitud que deriva en incompetencia, la que permite que ciudadanos como Samuel Merchán, entren al juego. El señor Merchán comenzó una cruzada por mejorar las calles de Cali, apoyado en las donaciones de la comunidad. El problema es que, como el Código de Policía en el numeral 2 del artículo 140 lo prohíbe, ya han salido los encargados a multarlo, lo que tiene a muchos caleños bastante molestos y, al alcalde, saliendo en medios a explicar por qué lo multan y cuál es el inconveniente por la labor que realiza.

Pero no podemos negar que esto se está convirtiendo en un problema de imagen para la Alcaldía, más que en un acierto por hacer cumplir la ley. Samuel Merchán ha demostrado que tapar un hueco es menos místico de lo que creíamos y que, con un presupuesto mucho menor al que se requiere por parte de la Administración, es posible. Y aunque no soy partícipe de legalizar lo ilegal, sí debo reconocer que la labor del señor es mucho más positiva que negativa. El argumento de la Secretaría de Infraestructura para censurarlo es que, quizás, la mezcla no es la correcta y podría deteriorarse en poco tiempo. Pero, ¿no es mejor tapar el hueco, evitar accidentes y así, darle tiempo a la gran obra de la Secretaría, que incluirá levantar toda la calle para pavimentarla de nuevo? ¿Qué tal si se trabaja en equipo con el señor, se le asesora con la mezcla correcta y logramos mayor eficiencia?

Al señor Merchán le recomendaría que no desafíe la ley con sus videos, porque su labor está siendo visibilizada y la comunidad lo apoya, lo que seguramente, le dará más ganancias que pérdidas. Al alcalde Éder le diría que, mientras no tenga en su poder soluciones contundentes para la malla vial de Cali, facilite legalizar la labor que realiza Samuel y nos permita a los caleños, volver a rodar con tranquilidad por nuestras calles. El deterioro lleva décadas, pero fue elegido pensando en su capacidad para resolverlo. “Las oportunidades las pintan calvas” y llegó esta para que la aproveche y deje a Cali mucho mejor que como la encontró, sobre todo ahora, que llega la COP16 y la ciudad sigue pareciendo una réplica de la Luna.

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