Por: Adriana Bermúdez Arango
La situación de seguridad en Cali, continúa preocupando a los caleños y a las autoridades. El pasado lunes festivo en la madrugada, en las inmediaciones del Estadio Pascual Guerrero, sur de la ciudad, una bala perdida acabó con la vida de una joven de tan sólo 22 años que, simplemente, departía en el segundo piso de un establecimiento.
Ocurrió que un hombre que participaba en una riña, fue expulsado del lugar y, como producto de la ira, regresó en una moto portando un arma que disparó de manera indiscriminada. Fue un tiro al aire el que cegó la vida de la joven.
El coronel Carlos Germán Oviedo Lamprea, comandante de la Policía Metropolitana de Cali, responsabilizó al mal uso de las armas por este caso; sin embargo, más que el MAL USO de las armas, lo que ocasionó esta tragedia fue la posibilidad del USO ILEGAL de las armas.
Este tipo de situaciones abren de nuevo el debate al porte de armas, porque se termina pensando que quienes tienen acceso a ellas son los delincuentes, quienes las utilizan sin ninguna responsabilidad y las adquieren en el mercado negro, con el principal objetivo de delinquir, no de defenderse o defender su vida o sus bienes, como debería ser.
Recordemos que el porte de armas en Colombia, actualmente, sólo está permitido para nuestra Fuerza Pública y para personas específicas: congresista o secretario general del Senado o la Cámara; miembro de la reserva activa de la Fuerza Pública y oficiales de la Reserva; magistrado de las Altas Cortes, tribunales o juez de la República; fiscal, procurador o contralor de la Nación en cualquiera de sus grados; gobernador o alcalde; integrante de las Comisiones de Países Extranjeros acreditados en el país; deportistas y coleccionistas de armas de fuego, quienes solo obtendrán permiso de tenencia para armas deportivas vigentes. Todos ellos deben realizar el trámite para obtener permiso de tenencia, porte o especial, a través de la página web www.controlarmas.mil.co.
Pero en Cali, no solo se perdió la seguridad. Parece que también, el gerente de Telecomunicaciones de Emcali, el ingeniero Carlos Mena quien, según denunció Ana Erazo en sus redes sociales, se encuentra en Estados Unidos desde hace varios meses. Lo curioso de esto es que, Roger Mina, gerente de Emcali, le responde a la concejal a través de redes sociales, que el señor está en licencia no remunerada y que tiene quien lo supla, la ingeniera Ángela María Hernández, además que “La decisión de quién queda en propiedad en el cargo es de la Administración (la Alcaldía) y se tomará en su momento”…
Recordemos que el componente de Telecomunicaciones llegó a manos de este Gobierno Distrital, con pérdidas por más de $ 100 mil millones. Por ello, se hacía necesaria una cabeza que supiera sacar a este negocio de la debacle en la que estaba. Es por eso que carece de sentido, nombrar a una persona que no está para hacerle frente a la situación y resolverla. Parece mucho más sensato nombrar a la ingeniera Hernández en propiedad y entregarle la responsabilidad y el crédito por el trabajo realizado y los resultados obtenidos.
Apoyo la inconformidad de la concejala Erazo. Si el directivo de la empresa no está en ella para asumir la responsabilidad que se le encomienda, lo mejor es que se haga a un lado del cargo y permita que otros tomen las riendas de una empresa que, para nadie es un secreto, día a día pierde mayor competitividad en los diversos sectores y se caracteriza, principalmente, por la cantidad de sindicatos que alberga, junto a sus respectivos pliegos.
Es hora de tomar las riendas de Emcali, de dejar de pagar favores políticos con los cargos que en ella existen. Lástima que, en la anterior Administración, no hubo un ojo tan agudo sobre este tipo de casos. Habría sido de gran valor poner un “tatequieto” a tanta irregularidad que se presenta desde tiempos inmemorables, en la empresa de servicios públicos de los caleños.