Por: Adriana Bermúdez Arango
Recorrer el alumbrado navideño, es una de las costumbres familiares más importantes para muchos caleños. Desde cuando la ciudad se iluminaba por completo y el recorrido debía hacerse de esquina a esquina, porque todo merecía ser visto, hasta hoy, cuando se ha concentrado en zonas más específicas y las luces tienen una temática, una historia para contar.
Este año ocurre algo muy particular: Cali está iluminada por villancicos. Sí, así como suena. Desde el 6 y hasta el próximo 31 de diciembre, no sólo serán colores como el amarillo, dorado, verde y rojo, los encargados de dar vida al recorrido, también lo harán los villancicos, hermosa tradición que ha unido familias durante generaciones y que, en esta oportunidad, está plasmada tanto en lo visual como en lo audible.
Y aunque debo confesar que ver La Ermita pagada me arrugó el corazón, recorrer el alumbrado me emocionó, como a los demás caleños que lo hacían a mi lado. Y es que, al leer lo que las luces muestran, quién no tararea “El camino que lleva a Belén…”, “Tres reyes vienen también…” o el famoso “Vamos pastores, vamos…” y quién no los ha cantado junto a la familia cercana o a la que viene a casa de vacaciones en diciembre, incluso, junto a los compañeros de trabajo, porque no podemos negar que las novenas de Navidad son tradicionales, nos integran, nos dan identidad y, por lo que representan, a todos nos gusta participar de ellas.
Este año, el alumbrado es, además, consecuente con las vivencias de Cali. La ciudad, que se ha caracterizado por ser biodiversa y que se destacó a nivel mundial por el desarrollo que tuvo la COP16 el pasado mes de octubre, mantiene esa mirada y la impregna en la Navidad, al incluir aves en la iluminación del CAM y del Parque de la Retreta. Hermosos colibríes, Tororoi Bailador y bichafués, entre otros, engalanan y complementan este recorrido.
También encontramos por el Boulevard a Ecobot, esas máquinas donde depositamos las botellas o latas vacías y nos entregan cupones de descuento de diversos comercios. Esa excelente alternativa ofrece a los visitantes una opción para que los elementos no se conviertan en basura y ofrece ayuda a los operarios de aseo quienes, permanentemente, recorren el alumbrado y se encargan de ir recogiendo lo que algunas personas y el fuerte viento dejan a su paso.
El CAM lo engalana un árbol de 25 metros de altura en luces led con movimiento contante, que le da un toque moderno al recorrido y permite, a través de su imponencia, ser visto con facilidad a la distancia. Un hermoso espectáculo que destaca la Navidad y, por la cercanía de sus colores, a nuestra hermosa Cali.
La Alcaldía de Alejandro Éder, la de la reconciliación, ha conservado la zona del mercadillo, ofreciendo la oportunidad para que vendedores informales se vinculen de manera organizada a esta actividad. Desde las tradicionales mazorcas, hasta los importados churros españoles, pasando por los chuzos, chorizos, perros calientes, fritanga, obleas y manzanas caramelizadas, hacen parte de la oferta gastronómica que se encuentra durante el recorrido.
El puente Ortiz fue decorado por ángeles con sus trompetas, formando una calle de honor que hace sentir a los visitantes, custodiados por la mismísima divinidad. En la Plaza de Cayzedo la iluminación no sólo es hermosa, es emotiva. El pesebre creado en el centro, destaca el valor que tiene la familia para nuestra sociedad y la importancia que representa para la formación de nuestras bases.
Y, como parte del evento, está el mapping del edificio Coltabaco, una herramienta tecnológica que llegó para quedarse en el recorrido, dándole color, vida y contexto a la historia que narran las luces. Este año, el mapping nos presenta a la familia Martínez cantándole a la Navidad, empacando los regalos y dando un paseo incluso, por la biodiversidad de la región, que ha sido el tema principal del año, todo esto sin olvidar los valores que debemos rescatar: solidaridad, unión, esperanza, empatía y amor.
Cali le canta a la Navidad, es una demostración de que la ciudad está preparada para recibir a propios y extraños, contando y mostrándoles, desde el ejemplo, cuáles son los valores que más se deben destacar en esta época del año