Víctima de su propio invento

Escrito por el 2 febrero, 2025

Por: Adriana Bermúdez Arango

Ese refrán es el que mejor le cala hoy a Daneidy Barrera, EPA Colombia, la reconocida influencer que fue condenada a cinco años y tres meses de prisión por los daños que ocasionó en 2019, a una estación de TransMilenio durante el Paro Nacional.

En aquel momento, la también empresaria decidió salir a dañar, martillo en mano, la estación de TransMilenio de Molinos, haciendo eco a las protestas en contra del Gobierno Duque. Además, se grabó cometiendo el delito y compartió orgullosa el video en sus redes sociales. Ahora, en fallo de segunda instancia, la Sala Penal de la Corte Suprema ratificó el fallo del tribunal y ordenó la captura inmediata de Barrera.

La influenciadora, al ver que el CTI de la Fiscalía llegaba para capturarla a una de sus peluquerías, hizo un video para sus seguidoras en el que, desconsolada, lloraba mientras explicaba que había buscado, por todos los medios, “arreglar esto”, refiriéndose a arreglos económicos que quiso hacer y que no le fueron aceptados por la ley.

Y es que, las figuras públicas, que a través del tiempo se convierten en referentes para tantas personas, deberían ser más cuidadosas con lo que hacen y comparten en sus redes sociales, teniendo en cuenta que, sea para bien o para mal, son considerados “ejemplo a seguir” por muchas personas. Esto ocasiona que sus actos tengan mayores consecuencias en la sociedad, no sólo por ser un punto focal de los medios de comunicación, también porque muchas personas, sin pensar mucho en la situación, deciden imitarlas.

Las lágrimas de Daneidy Barrera son el claro ejemplo de que, en muchas ocasiones, la posición social o económica que llegamos a alcanzar, nos hace olvidar que aquello que hacemos tiene consecuencias. Reconforta un poco y mantiene la fe en la justicia saber que, como lo manifestó la propia influenciadora entre lágrimas, no pudo “arreglar” la situación. Ella pensó que, pagando de manera monetaria por los daños, todo quedaría solucionado, olvidado… pero, como vemos, no fue así.

EPA Colombia ya se encuentra en la cárcel del Buen Pastor por “perturbación al transporte público, daño en bien ajeno e instigación para delinquir con fines terroristas” y es su pareja, Karol Samantha, quien continuará al frente del negocio, garantizando su normal funcionamiento.

Esta amarga experiencia para Daneidy, debe hacerla pensar a ella y a todo el que quiera imitarla, que por encima de la justicia no está el dinero, la cantidad de seguidores en redes sociales, ni si se encuentra en el hall de la fama criollo. Lo primero que una figura pública debe tener presente, es su compromiso con la sociedad que cohabita y, es por ello, que su principal interés debe ser dar ejemplo, respetando la ley y comportándose bajo su marco.

Y no quiero decir con esto que las personas reconocidas públicamente no tengan derecho a manifestarse o a estar en desacuerdo, claro que sí, pero deben hacerlo siempre respetando la ley y a las personas que la siguen, porque en muchas oportunidades, su actuar se convierte en un referente a seguir. Y malos líderes, no necesitamos más en este país.


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