Segundas partes nunca fueron buenas
Escrito por R V AM el 10 marzo, 2025
Por: Adriana Bermúdez Arango
Dentro de lo triste que alcanza a ser, todos estábamos esperando una segunda parte de lo que ocurre en ‘palacio estudio’. Ninguno ha podido olvidar las lágrimas, los reclamos, las acusaciones, que se dieron entre los más altos dignatarios del país y que demostraron que, sea cual sea su condición o su responsabilidad, ‘la ley de la selva’ y los contratos, son lo que siempre prevalece.
Esta segunda parte fue más calmada. Parece que alguien les llamó la atención y les recordó para qué se hace un consejo de ministros y, sobre todo, les hizo caer en cuenta que se estaban comportando ante todo un país, como verdaderos niños de kínder, como los llamó Laura Sarabia alguna vez. Esperemos que, al menos por decencia, sigan teniéndolo en cuenta.
Pero lo verdaderamente grave de este segundo encuentro, que dejó de nuevo un sinsabor en la ciudadanía, es que se demostró que estamos en medio de un gobierno que, primero, todavía no sabe cómo gobernar y segundo, parece que tampoco tiene interés en aprender.
Creo que hay personas que lo intentan, ponen lo mejor de su voluntad para sacar adelante proyectos, para cumplir objetivos, a pesar de todo el desconocimiento que pueden tener de la labor que realizan. Laura Sarabia, canciller y Diego Alejandro Guevara, ministro de Hacienda y Crédito Público, son personas a las que debemos reconocerles, independiente de las diferencias ideológicas que se pueda tener con ellos, que realizan su tarea a consciencia o al menos, eso hacen parecer en medio de estas sesiones.
Pero lo que no podemos perder de vista es la actitud del jefe, el presidente de la República. Es inaceptable la burla que hizo del ministro de Educación por no haber aprobado la tesis de su Maestría. Y aunque suene a ‘abogada del diablo’, yo no me fijaría sólo en el estudiante, también preguntaría por quién fue el director de la tesis y en qué estaba pensando cuando la aprobó para presentarla ante el jurado. A cada quien la responsabilidad que le corresponde, pero siendo claros, la burla del presidente está totalmente fuera de lugar, lo deja en evidencia como un jefe tóxico, no como el líder que cree ser.
Definitivamente, ni con pelea ni sin pelea, el consejo de ministros deja los resultados esperados. No hemos podido conocer verdaderos objetivos, ni los pasos que los llevarán a cumplir con el plan de desarrollo trazado al principio del Gobierno. Sólo nos queda claro que las cuentas no están muy claras en esencia, porque pocos saben contar bien y parece, desconocen cómo usar las herramientas que les ayudan a lograrlo o, al menos, a llegar con las cifras claras anotadas en un papelito.
Estamos a escasos 17 meses de terminar el Gobierno Petro y hasta su ‘propietario’ está cansado, como lo dejó ver en su entrevista con el diario El País de España. Confiemos en que haya un detonante que le permita dedicarse a algo más que a X y a cazar peleas con el resto del mundo, porque, así sea al final, necesitamos que comience a gobernar.