Cambio

Por: Adriana Bermúdez Arango.

La sorpresa con el presidente Petro no es que incumpla una promesa hecha con vehemencia a su electorado en campaña, la sorpresa sería que la cumpliera. Una vez más, sin temor a traicionar los principios que dijo tener y las banderas que prometió llevar al llegar a la Presidencia, defrauda al país con acciones que van en contra hasta de la misma Constitución que juró respetar.

En esta ocasión, la carrera diplomática será la afectada por los inventos, cada vez más alocados, del mandatario. El presidente le solicitó a Laura Sarabia, la canciller, en el pasado consejo de ministros, retirar “todos los requisitos para ser embajador o embajadora en Colombia” porque, según Petro, “están usurpando o violando la norma constitucional que dice que el presidente es el jefe de las relaciones internacionales de Colombia” y, lo que busca el presidente, es que “cualquier hijo de obrero” sea el representante de las relaciones internacionales, básicamente, porque él es la cabeza principal.

La queja, según dijo, es porque al embajador en Suecia lo retiraron del cargo por no saber hablar inglés. Y aunque soy partícipe de abrir puertas y dar oportunidades, subestimar el conocimiento que se requiere para un cargo no es abrir espacios para unos, es irrespetar a quienes estudiaron lo necesario para ocuparlos.

Abrir la oportunidad de ser embajador a personas que no han cursado los estudios necesarios para ocupar el cargo, es lo mismo que permitir que cualquiera, sólo por ‘buena gente’, sea médico o arquitecto. ¿Se imagina usted que cualquier ‘hijo de vecino’, sea el encargado de construir el edificio donde usted va a habitar? ¿O que su apéndice sea extirpado por alguien que no estudió con detalle, cómo hacerlo correctamente? Y, algo así, es lo que puede pasar al poner en manos no preparadas, las relaciones internacionales del nuestro país.

El conocimiento particular para desempeñar un cargo o realizar un trabajo, es la base para garantizar el éxito en la gestión o desempeño del mismo. Eso es tan cierto que, el mismo presidente en la época en que firmaba en piedra promesas, aseguró “Nombraré a las/los más capaces”, porque, en aquel momento, entendía que es importante, necesario, tener el conocimiento y las competencias para desempeñar cualquier cargo de manera exitosa.

Y es que, ser capaz, según la RAE, es ser “Apto, con talento o cualidades para algo” y, mucha de esa aptitud se cimenta y fortalece con la adquisición de conocimiento a través del tiempo, se pule con experiencias y permite obtener resultados exitosos. Si, en cambio, no hay conocimiento para cimentar las experiencias, las curvas de aprendizaje serán mucho más largas y, por ende, obtener resultados positivos tomará mucho más tiempo. Y estamos hablando de las relaciones internacionales de un país tercermundista, lo que significa que necesitamos apoyo de todas partes, porque solos, no es fácil construir nuestra historia.

“¿No les gusta? Pues este es el gobierno del cambio”, dijo durante el consejo de ministros el demócrata que está sentado en la Casa de Nariño, evidenciando que su verdadero interés, es pagar favores políticos con cargos públicos, sin importarle si sacrifica al país en el camino.