Parecía, pero no
Escrito por R V AM el 26 mayo, 2023
Por: Adriana Bermúdez Arango @nana_bermudez
Lo ocurrido esta semana con el suministro de gas natural en el suroccidente del país, deja más preguntas que respuestas, algunas de ellas enfocadas principalmente, a cuestionar la idoneidad de nuestros dirigentes en este sector, debido a la manera en que se dieron los hechos.
De forma más que sorpresiva, una crisis en el suministro de gas que se esperaba, tuviera una duración de 9 días, terminó conjurándose en menos de 48 horas, aunque aún no es claro por qué. Y no es que “llegar a feliz término” no me guste, al contrario, lo que pasa es que no deja de causar curiosidad cómo todo se solucionó tan fácil y de manera tan fluida, generando la inquietud frente a si esta situación puede repetirse y cómo nos vamos a preparar para resolverla.
Todo comenzó cuando la Transportadora de Gas Internacional (TGI) detectó que hubo un aumento de unos 600 grados centígrados en la temperatura del terreno por donde cruza la tubería en Cerro Bravo, Tolima, lo que podía afectar la infraestructura en que se transporta el gas al suroccidente del país. Esto ocasionó que, de modo preventivo y después de comprobar que no había fugas de gas, se cerraran tramos del gasoducto Mariquita – Cali, afectando a departamentos como Caldas, Risaralda, Quindío, Valle del Cauca, Tolima, Cauca y Nariño.
Lo curioso de la decisión es que, de la misma manera intempestiva en que se presentó, obligando a las autoridades, comerciantes y familias a actuar de forma inmediata para mitigarla, se solucionó. No sabemos si en realidad se hizo algún ajuste en la tubería que permita evitar estas situaciones en el futuro o si, por el contrario, solamente se tomó la temperatura en la zona y estamos en riesgo de que, en cualquier momento, se repita este caso por el aumento en la temperatura del subsuelo. Como dije, todo lo ocurrido no deja de ser un misterio para quienes, escuchando la gravedad que revestía la situación en las noticias y viendo los videos de las redes sociales, llegamos a suponer que los nueve días anunciados, no serían suficientes para dar una verdadera solución al problema.
Solo espero que las decisiones tomadas en el día de ayer, hayan partido de estudios claros, de un análisis frío y calculado cuya implementación, afecte a la menor cantidad de personas posible, no del ánimo de querer resolver de manera inmediata, aquello que no está en nuestras manos solucionar. Creo, además, que este tipo de inconvenientes nos deben servir para realizar una valoración concienzuda de las ventajas y desventajas que ofrece para los usuarios y público en general, contar de forma única y exclusiva con un proveedor, con un monopolio. Quizás, si tuviéramos diversos proveedores de gas domiciliario, los análisis de suelos y los estudios de viabilidad se harían de forma aun, mucho más concienzuda, evitando caer en errores o imprecisiones como esta que, de presentarse, lo que principalmente ocasionaría sería una pérdida de clientes.