Seguir el dinero
Written by R V AM on 18 agosto, 2023
Por: Adriana Bermúdez Arango
Los alcances de esta Alcaldía ante el Concejo de Cali, parece que no tienen límite. Por tercera vez y a pocos meses de terminar el periodo, logra que los cabildantes le aprueben un cheque en blanco sobre las finanzas del municipio. En segundo debate se aprobó el proyecto de acuerdo 220, que permite al alcalde Jorge Iván Ospina, modificar el Presupuesto General de Cali hasta un 5 % con fecha límite 10 de diciembre.
El Concejo hizo esta concesión, a través de una ponencia presentada por Fabio Alonso Arroyave Botero y Harvy Mosquera. Los concejales que votaron de forma negativa a este esperpento, fueron Terry Hurtado Gómez, Natalia Lasso Ospina y Roberto Ortiz Urueña.
Y aunque un 5 % del presupuesto del municipio no parece tanto, significa que $ 230 mil millones podrán ser utilizados por el alcalde como lo prefiera. Actualmente, solo $ 105 mil millones tienen destino definido. Santiago Hung Duque, director de Hacienda, explicó al diario El País, que el alcalde tiene priorizados proyectos como los comedores comunitarios, el diseño del Colegio Santa Librada, el transporte escolar, alimentación escolar, Feria de Cali, aseo, educación, atención integral a los ciudadanos de las calles, apoyo psicosocial para la salud mental, entre otros. Sin embargo, nadie ha dado una explicación de cuánto se empleará en qué, ofreciendo claridad a los caleños sobre en qué se invertirán sus impuestos.
Y aunque el concejal Fabio Arroyave, ponente del proyecto, considera que el Concejo no puede querer coadministrar con el alcalde, sí llama la atención que no haya, hasta ahora, realizado un verdadero control político, indagando, por ejemplo, cómo se están utilizando los $ 650 mil millones de la sobretasa a la gasolina que se destinaron para invertir en el MIO y que, a hoy, no se ven en la prestación de un mejor servicio de transporte público para los caleños. Porque como él mismo lo manifestó, ese control político es la verdadera razón de ser de los concejales.
Cali sigue siendo una ciudad que necesita inversión en seguridad, no solo en pie de fuerza policial, requiere que se le invierta en más y mejor iluminación en las calles, porque unas calles iluminadas con luz blanca, alejan a los delincuentes; necesita inversión en vías, porque las calles parecen más una versión agrandada de un queso gruyere, que las rutas por donde los ciudadanos se desplazan en vehículos que con esfuerzo y mucho trabajo, logran mantener al día en impuestos y mantenimiento; necesita inversión en educación, porque muchos jóvenes provienen de familias ausentes y se formaron en las calles, donde la ley del más fuerte les enseñó que delinquiendo es como sobreviven, por eso requieren la posibilidad de aprender algún arte u oficio que les permita salir adelante, de la mano de personas que, además, les ofrezcan con su ejemplo, valores, ética y, por qué no, moral.
Cali necesita personas dispuestas a supervisar, a controlar en dónde están sus recursos, en qué se gastan el alcalde y su gabinete los impuestos que, con tanto esfuerzo, los ciudadanos pagan. Se requieren políticos que tengan como objetivo hacer de “La Sultana del Valle” una ciudad mejor, creciente y pujante, no la caja menor que financia utopías que nadie verá cumplidas porque, como ya nos pasó con un sueño fracasado, llamado 21 Megaobras, carecer de una veeduría real desde el Concejo que sea capaz de seguir el dinero de los caleños, nos seguirá dejando en manos de políticos ventajosos, que solo pasan para sacar beneficio de su cargo y no para beneficiar a la ciudad con su gestión.
Por cierto, ¿ya pensó por quién va a votar en octubre?