Cauca y Valle, en el abandono presidencial
Escrito por R V AM el 14 junio, 2024
Por: Adriana Bermúdez Arango
Causa tristeza e indignación, la situación que viven el Valle del Cauca y el Cauca, debido a los ataques del Estado Mayor Central (EMC). El miércoles en Jamundí, Valle del Cauca, un hombre dejó una moto bomba, cuya explosión le quitó la vida a un migrante venezolano y dejó heridos a dos civiles y a dos policías. Este tipo de actos violentos se han convertido en costumbre durante los últimos meses, causando estragos para los habitantes de la región.
Paola Castillo, alcaldesa de Jamundí, en entrevista con El País dijo “Hago un llamado al presidente para que no nos deje solos”. Y es que Jamundí sufrió dos ataques simultáneos: un hostigamiento en la zona rural de Potrerito que no dejó heridos y el ataque con explosivos colocados en una moto bomba. Lo grave de la situación para la mandataria es que, a pesar de los hechos, su municipio no está considerado como Zomac, Zona de mayor afectación del conflicto, lo que impide que esté priorizado para una intervención integral en aspectos como inversión social, aumento del pie de fuerza y tecnología.
En la noche de ayer, jueves 13 de junio, las disidencias de las FARC atacaron la Estación de Policía del municipio de Suárez, en el Cauca y la estación de Policía del Carmelo, corregimiento de Cajibío, donde el grupo Jaime Martínez cortó la energía para lograr una acción más contundente y atacó con ráfagas y explosivos que lanzó a través de drones. Las acciones en Suárez estaban siendo contrarrestadas por uniformados de la Policía. En Cajibío, la Brigada 29 de la Tercera División del Ejército buscaba poner la zona nuevamente bajo control. Indignante.
Aunque el alcalde de Cali, Alejandro Éder, reconoce que, desde el Gobierno Nacional, se ha incrementado el pie de fuerza para la región, considera que no es suficiente.
Se debe acompañar este plan con acciones que permitan controlar y reducir las 3400 hectáreas de coca sembradas en Jamundí, además del reclutamiento de menores. La acción de estos grupos delincuenciales está afectando a todo el suroccidente hasta la frontera con el Ecuador, por eso considera necesario “retomar el control rápidamente” para no dejar crecer el problema. Si no es que ya se creció.
Y es que las declaraciones del alcalde a La FM son llamativas, debido a que Éder se ha caracterizado por ser pacífico y conciliador. Sin embargo, dados los acontecimientos, es entendible que el alcalde de Cali sienta que al Gobierno Petro le falta implementar una estrategia contundente de seguridad, que permita consolidar una política de paz que cambie el rumbo de la seguridad en nuestra ciudad y nuestro país, sobre todo ahora, que estamos a escasos cuatro meses de tener en nuestra ciudad la COP16, el evento de la biodiversidad más importante del planeta.
Recordemos que fue el pensamiento conciliador del alcalde Alejandro Éder, el que le permitió pertenecer al Gobierno Santos como director de la Agencia Colombiana para la Reintegración, implementando acciones para garantizar la reintegración social y económica de las personas desmovilizadas de los grupos armados organizados que estaban al margen de la ley. Quiere decir que él sabe cómo apoyar a los desmovilizados para que se reintegren y sean productivos a la sociedad a la que un día, afectaron.
No podemos olvidar que ya se habían presentado acciones terroristas por parte de las disidencias de las FARC en la región, como la de Miranda, Cauca, donde falleció un menor de 12 años, por culpa de un atentado con explosivos, frente al que el presidente Petro guardó silencio sepulcral. Lo importante es que nuestro primer mandatario está muy preocupado por la guerra entre Israel y Palestina.