A quién servir

Escrito por el 17 enero, 2025

Por: Adriana Bermúdez Arango

Los concejales son servidores públicos elegidos por voto popular que, entre sus funciones, tienen el deber de ejercer control político en su municipio a la Alcaldía de ciudad, propiamente al alcalde de turno, para que seamos más específicos. Son responsables de garantizar que los pasos que está dando el burgomaestre que, en el caso de Cali, se encuentra en el CAM, sean los que más convienen a la ciudad y que estén por encima de cualquier interés político o particular.

A los concejales de Cali, específicamente a los del Pacto Histórico, los estamos escuchando muy fuerte en redes en sociales, no sólo este 2025, desde 2024 que llegó el alcalde Alejandro Éder, poniéndole el ojo a situaciones que se presentan en la ciudad y que, podrían perjudicarla de alguna manera, lo que considero está bien, es correcto, para eso se hicieron elegir.

Con lo que no estoy de acuerdo es con que estén utilizando su curul para lavarle la cara y ayudarle a su amigo Jorge Iván Ospina, exalcalde la ciudad, en sus intereses políticos, entendiéndolo así, ahora que se conoce que el objetivo de Ospina parece ser regresar al Senado, por lo que necesita ‘ajustar la historia’ frente a lo que fue su muy regular, por no decir, desastrosa Alcaldía.

Recordemos que, durante la Administración Ospina, estos concejales fueron bastante silentes, ocupados en ayudarle al alcalde a lograr sus metas. Le facilitaron las cosas para el empréstito de 6.5 billones del que Diana Rojas, concejal en aquel momento, se quejó y no aprobó, diciendo que no podía ser un “cheque en blanco” para la Administración, porque así fue entregado, como un monto que Ospina podía usar como más le pareciera. Hoy, los concejales del Pacto Histórico están compungidos porque el alcalde Éder logró un empréstito en condiciones al parecer, muy similares, pero por un monto mucho menor: 3.5 billones de pesos.

Las quejas de los concejales del Pacto Histórico dan a entender que sólo tiene derecho a acceder a los beneficios del Concejo quien es amigo de su bancada. No podemos olvidar que el Pacto Histórico fue uno de los partidos que apoyó de manera irrestricta la Administración de Ospina, caracterizada por crear obras de cemento (5 parques para la vida, por ejemplo) que, aunque son estéticamente apropiadas, no estaban dentro de las necesidades primarias de la ciudad, como sí lo estaba la pavimentación de las vías o la recuperación del MIO, sobre todo, después del mal llamado “estallido social” que patrocinó la izquierda en el año 2021.

La polémica del minuto y que tiene a los concejales del Pacto Histórico trinando en sus cuentas de X, gira en torno a la devolución que la Secretaría de Hacienda de Cali debe hacer al Club Campestre, por el Impuesto Predial que dicho establecimiento, pagó durante las vigencias 2020 a 2023. Esta devolución debe hacerse porque, durante esos años, el predio donde se encuentra el inmueble, fue declarado un Bien de Interés Cultural, gracias a las certificaciones que expidió la Subsecretaría de Patrimonio, Biblioteca e Infraestructura Cultural de la Secretaría de Cultura, amparada en “los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) del Acuerdo 069 de 2000, Acuerdo 0232 de 2007 y ratificados en el Acuerdo 0373 de 2014″ según explicaron.

Y, aunque a mí, como ciudadana, tampoco me parece que el predio del Club Campestre sea un “Bien de Interés Cultural”, porque no somos todos los caleños los que podemos, de una u otra forma beneficiarnos de él, sí considero desproporcionado que los concejales del Pacto, salgan ahora en redes sociales rasgándose las vestiduras y culpando al alcalde actual, por algo que fue aprobado en la pasada Administración. ¿Dónde estaban cuando se aprobó? ¿O es que las cosas en la Administración Ospina se hicieron ‘tan bien’, que ni siquiera los de la bancada se dieron cuenta? ¿Por qué salir hasta ahora a hacer la denuncia? y, ante todo, ¿Por qué culpar a quien no tiene la culpa?

Yo sí considero que el Club Campestre debe pagar Impuesto Predial como le corresponde, principalmente porque es un lugar privado y de lucro, que debe tener contemplado entre sus cuentas este tipo de obligaciones, pero la mala campaña en redes de los concejales, está fuera de foco. Si no estaban atentos a hacerle control político a su amigo durante su Alcaldía, no está bien que cojan de “caballito de batalla” a la actual Administración, para culparla por lo que no le corresponde.

Más bien, desde sus curules, citen a la entidad responsable de esta exención y solicítenle los argumentos que avalan la decisión. Si no los consideran correctos o suficientes, busquen el mecanismo para revocarla, al fin de cuentas, dentro de su labor también se incluye la de vigilar el patrimonio cultural.

Concejales, hagan uso de sus atributos y competencias, Cali los necesita trabajando para ella, no cazando peleas para tener más clics en redes. Recuerden que se hicieron elegir para servir a Cali, a los caleños, no a intereses políticos o particulares.


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