Tic tac, tic tac, ¿Metrocali se irá?

Por: Adriana Bermúdez Arango

El presidente de Metrocali, Óscar Ortiz, anunció que, si no se aprueban lo recursos del proyecto 180, Metrocali entraría en liquidación el 10 de febrero, porque no se ha logrado un acuerdo de pago entre los operadores y la entidad, lo que traduce en que no hay cómo sostener la operación del masivo, de la que el usuario solo asume $2700, cuando tiene un costo real de $5400, excedente que es asumido por la ciudad, según lo manifestó Ospina.

La posible liquidación de Metrocali es una muy mala noticia para la ciudad porque, aunque su servicio es muy precario, más aún desde el Paro ocurrido en 2021, es, paradójicamente, el servicio público con mayor cobertura en la actualidad y el único considerado un sistema. Recordemos que, con la llegada del MIO a la ciudad, las rutas de transporte urbano fueron, en su gran mayoría retiradas, buscando que no le restaran pasajeros al Masivo y, las empresas que las agrupaban, invitadas a participar del negocio. Sin embargo, la poca cobertura sobre todo hacia el oriente de la ciudad, permitió que algunos buses se mantuvieran, lo que ocasionó que los usuarios no se preocuparan por buscar cómo acceder al Sistema MIO y que Metrocali no mostrara el debido interés en cubrir la totalidad del sector. Cabe aclarar que, este parte de tranquilidad, también pudo ser ocasionado gracias a que los conductores de buses por su experiencia, ya sabían cómo manejar las dificultades de seguridad que pueden llegar a presentarse en las zonas más desprotegidas de la ciudad.

Infortunadamente, no podemos desconocer que, desde sus inicios, el Masivo Integrado de Occidente, MIO, ha sido como un barril sin fondo para la ciudad, al punto de que se le culpa por quedarse con los recursos de la sobre tasa a la gasolina que, a hoy, se encuentran comprometidos hasta 2029, pero que la Alcaldía quiere que se amplíen hasta 2045, solicitando al Concejo que apruebe el Proyecto 180. Es precisamente la ausencia de estos de recursos que debían invertirse en vías, lo que tiene a Cali convertida en ‘la Sucursal del Hueco’, porque podemos garantizar que ni en el cielo, donde no hay pavimento, existen tantos ‘cráteres’ como en nuestra ciudad. Por eso, no suena muy lógico que ahora, el alcalde esté pidiendo al Concejo que apruebe este proyecto que le quita recursos a la infraestructura de la ciudad y no los aporta, de manera efectiva, a la movilización eficiente y efectiva.

Es claro que Cali necesita un sistema de transporte masivo, pero recuperar el MIO no puede llevarnos a causar otros perjuicios a la ciudad. El Sistema se encuentra en riesgo desde su creación, porque nunca pudo superar los problemas de cobertura y de poca flota, que le impidieron tener mayor frecuencia, lo que ocasionó que, en 2019, se declarara en ley de insolvencia económica, teniendo que atender demandas y laudos arbitrales.

La salvación del MIO consistiría en poder superar los 600.000 usuarios diarios para alcanzar su punto de equilibrio. En la actualidad, solo cuenta con 250.000 pasajeros. Sin embargo, este crecimiento en usos no será posible si la cantidad de buses no se amplía, para poder aumentar las rutas disponibles, la cobertura y las frecuencias, pero, ante todo, si no dotamos de seguridad las estaciones, porque los colados están haciendo de las suyas robando al sistema de manera reiterada, porque sienten que no es de nadie y que a nadie le duele el detrimento patrimonial que causan.

Esperemos a ver qué decisión toma el Concejo, pero es claro que los recursos de Cali deben ser mejor administrados y fiscalizados, porque no sería la primera vez que se le da la mano al MIO y nadie audita por qué no se logra aquello que se prometió. Tic tac, tic tac.